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13 de octubre de 2014

Mujeres observadas como si formaran parte de una colección de mariposas

En uno de los colorines que los fines de semana entregan con ciertos diarios me encuentro una página que se llama 'Sobre ellas'. El texto y la foto llevan firma de dos mujeres. El personaje elegido hoy es Oscar Tusquets.
Me dejo llevar por la tendencia a la quimera y me quedo un rato detenida en ese 'Sobre ellas'. Ellas. Ellas es una tercera persona. Para que sea posible, debe haber antes una segunda y una primera. Ellas denota lejanía y provoca preguntas como "Si las mujeres son 'ellas', ¿quienes sois vosotros?", o peor aún "¿Quienes somos nosotras? ¿Cabemos las mujeres en la primera persona, es decir, en el 'nosotros'?".  ¿Quién no se ha formulado estas preguntas una mañana de domingo?
Me caigo de la nube al texto, y la cosa sigue así. La periodista escribe que a Oscar Tusquets “hablar de mujeres le parece buena idea. Le apasionan, le divierten. Su relación con ese universo…”. Sigue que es “intensísima”. Como intensísima es la sensación que me produce saber que las mujeres somos un universo. O sea, somos más que un mundo. Dos líneas más abajo se me hace una mancha en el cerebro cuando leo que él se siente “muy femenino”. ¿Será que le ha bajado la regla? Es improbable. Nació en 1941

Copio una cita literal: “No soy biólogo, pero veo que ellas tienen menos capacidad de abstracción, que entienden peor los mapas, vaya”. La idea de lo de los mapas es tan manida que me provoca bostezos. Lo menos que se le puede pedir a quien dice ser artista es que conciba ideas originales y, si no las tiene, que cite la fuente. No sé si hacerle caso en lo de la capacidad de abstracción de los hombres, porque en la tercera acepción del DRAE, abstraerse es “enajenarse de los objetos sensibles, no atender a ellos por entregarse a la consideración de lo que se tiene en el pensamiento”. Y en sentido estricto eso es lo que hacen en muchos ratos de su vida muchos hombres: no atender. Y para ello basta recurrir a los datos estadísticos sobre dedicación de hombres y mujeres al hogar y a los cuidados. Pero Tusquets no lo dice en ese sentido, sino en el malo.

Ay, él prefiere trabajar con mujeres. No he encontrado datos sobre su empresa, pero en el mismo texto dicen que ha escrito un libro ‘Amables personajes’, en el que traza 16 perfiles de personas “dignas de ser amadas”. Él, que es tan femenino, que prefiere trabajar con mujeres y que ha tenido una intensísima relación con ese universo, ha seleccionado a 4 de 16, es decir, el 25%. Un hombre así tiene que tener una esposa mucho menor que él: 27 años de diferencia.

El final es apoteósico: “Además, le encanta ir de compras: "Sentarme y ver a mi mujer cómo se va probando ropa". Otro punto a su favor, sin duda”.

Definitivamente, identifico con nitidez la sensación que he tenido al encontrar este texto: Las mujeres son observadas como si formaran parte de una colección de mariposas.

1 de junio de 2013

4 grandes obras de mujeres adúlteras

Hoy llega junio, entra aquí con una tristeza climática que pasma. La melancolía se inclina hacia las recomendaciones. Te propongo un plan de lectura de aquí a septiembre: un libro para cada mes. Si necesitas más, los cubres tú. Cuando llegues a septiembre, sentirás la diferencia. Se trata de hacer un recorrido literario por Europa, de norte a sur, de Rusia a Portugal con estaciones en Francia y España. A finales del siglo XIX, tenemos 4 grandes novelas de mujeres adúlteras. Hay quien cree que esa ficción no hubiera sido posible sin el ferrocarril, que permite a las mujeres moverse con más seguridad. En el Reino Unido, durante la época victoriana no estaban para esas fantasías de mujeres arrastradas por un amor torrencial. Junio. ‘Ana Karenina’, de Tolstói. Esos paisajes, los trenes desde el mismo principio, la pasión, el tormento de elegir. Julio. ‘Madame Bovary’, de Flaubert. Un pueblo de provincias, Yonville, más tren. Los sueños de León, su añoranza de un París en que nunca ha vivido: Sueña con lecciones de guitarra, una bata, “una boina vasca” (sic). Y la carroza, discurriendo enloquecida durante horas por las calles. Agosto. ‘La Regenta’, de Clarín. En Vetusta, Ana Ozores, un marido, el amante. Esa escena, ella en el balcón, él a caballo en la plaza. La iglesia, el poder. Septiembre. ‘El primo Basilio’, de Eça de Queirós. Lisboa, la vida rural del Alentejo, las noticias de Brasil, París en el horizonte. El amor, su falta, el chantaje, el miedo a perder aquello que ya se ha perdido, aunque no se sepa. Y en octubre, pensaremos otra cosa.

12 de septiembre de 2012

Traseros y culetes

La información es de abril, pero acaba de caerme en las manos. Se trata de una pieza del XL Semanal que se titula '¿Qué fue del trasero perfecto?' y puedes leer aquí. Es fácil adivinar que se refiere al 'trasero' de una mujer, la parte de la anatomía femenina que más admiran aquellas personas que tienen un culo en el cerebro.
La información es un conjunto de maledicencias: Primero dice que el motivo por el que era "universalmente elogiada" era su trasero. Segundo, destaca por su "desatada ambición e incluso por haber descuidado su figura". Ha ganado dos kilos, por lo que parece.
Y el colofón. Es literal:  "Tras separarse del jugador de criquet Alex Loudon, Pippa habría empezado su relación con Percy en una fiesta en Nochevieja. Varios asistentes comentaron que la joven rondó toda la noche a Percy: «Parecía un tiburón acorralando a su presa. Lo había calculado todo»".
No se puede ser más maldiciente. Por si alguien se confunde, eso no es periodismo, es pura basura.
Por cierto, que palabra tan pija es 'trasero'. Cuando son niñas dicen 'culete'.

29 de septiembre de 2011

Con pies y sin cabeza

La noticia sobre los zapatos de Rosa Díez (en la foto) se recoge en un blog del diario El Mundo, 'Sin noticias de Dior', que firma Beatriz Miranda. Es cierto que es un blog, es cierto que es de moda, pero también lo es que El Mundo es un diario y que selecciona, o debe seleccionar, lo que lleva a sus páginas. Es decir, a qué dedica su atención, sobre qué  aspectos posa su mirada. Y el paso de juzgar por su indumentaria a quien se dedica a la política se da con extremada facilidad cuando se trata de políticas, pero no tanto de sus colegas varones.
Esta semana, otro de los grandes diarios españoles revolucionó las redes sociales por una foto de la ministra de la Guerra (huy, perdón, del Ejército, o de Defensa, o eso). Se puede ver aquí. Vamos que no se ve que la foto se la hayan robado. Se ha prestado a ella. ¿Es eso por lo que la ministra quiere destacar?
Claro que los medios dan con extremada facilidad el paso de hablar de moda en lugar de propuestas electorales, pero si ellas no se prestarán, lo tendrían más difícil.

23 de mayo de 2011

El comienzo de la igualdad

A pesar de que se publicó la semana pasada en El Correo (16 de mayo de 2011), puede tener interés.

En el comienzo real de la igualdad

Las mujeres conquistan más terreno en la política y la universidad que en las empresas

Si en abril de 1979 las alcaldesas vascas elegidas en aquellas primeras elecciones municipales de la democracia hubieran necesitado viajar juntas, les hubiera bastado un pequeño utilitario. Eran cuatro: la regidora de Elantxobe, en Vizcaya; la de Zizurkil, en Guipúzcoa; y las de Salvatierra y Moreda, en Álava. En los comicios de 2007, habrían necesitado ya un autobús. Son 11 alavesas, 18 vizcaínas y 22 guipuzcoanas. En total, 51 alcaldesas. La diferencia la marca la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada por el Parlamento vasco en 2005. Fue un texto pionero, aunque imperfecto, porque establecía que «al menos el 50%» de las personas llamadas a componer las listas electorales debían ser mujeres. Plazandreok, una organización feminista con arraigo en Guipúzcoa, había presentado diez años antes, en las municipales de 1995, una candidatura compuesta solo por mujeres. La encabezaba Juana Aranguren, abogada y feminista. Obtuvieron 2.287 votos en San Sebastián, el 2,41%.
La alegría de listas netamente femeninas no duró mucho. Según recuerda la propia Aranguren, que ahora repite como cabeza de lista, el PP recurrió a los tribunales y finalmente el Constitucional le dio la razón. Las listas debían estar compuestas en una relación de 60 a 40 por candidatos de los dos sexos. No se pueden componer listas de solo mujeres por la misma razón que tampoco puede hacerse de solo hombres: contraviene la Constitución. En abril ha fallado otro recurso del PP. El alto tribunal ha dado la razón a la ley andaluza dictaminando que las listas cremallera -aquellas que intercalan hombres y mujeres a partes iguales- buscan «la igualdad real». Aranguren cree que no se corregirá la mayoría de hombres en política sin dar más oportunidades a que las mujeres sean elegidas.
La realidad indica que tiene razón: si la ley vasca forzara a constituir candidaturas absolutamente paritarias, la relación de ediles de ambos sexos sería idéntica. Durante el mandato que concluye a todos los efectos el próximo domingo, han sido concejalas el 35%. Es decir, los partidos en su conjunto no colocan en los consistorios a ese 40% obligatorio de mujeres en posiciones de ser elegidas.
Mireia Espiau es la técnica de igualdad de Eudel, la Asociación de Municipios Vascos. Es una de las impulsoras de Berdinsarea, red que agrupa a 52 localidades con una decidida vocación por la igualdad y por «erradicar la violencia contra las mujeres». La razón de que los 199 ayuntamientos restantes no estén integrados tiene que ver con las condiciones que se exigen para participar: Les han llamado las cuatro 'pes'. Inicialmente, contar con un 'plan de igualdad', con 'personal' y con un 'presupuesto'. Después se añadió la 'participación de las mujeres'.
Berdinsarea tiene como misión «impulsar, fortalecer, coordinar y evaluar programas y servicios» partiendo de lo local. En los pueblos más pequeños, de condición rural, Eudel propone la colaboración comarcal o por cuadrillas, como en ciertas poblaciones de Álava. San Sebastián abrió en noviembre del año pasado la 'Casa de las mujeres'. En palabras de Laida Arrieta, una de sus empleadas, es un espacio de reflexión, encuentro y formación, que persigue el «empoderamiento» de sus destinatarias.
En opinión de Espiau, las resistencias a las políticas de igualdad se eliminan «cuando el trabajo se hace despacio y tanto las técnicas de igualdad como sus destinatarios manejan los mismos lenguajes». La experiencia le indica que se obtiene un respaldo mayor cuando esos destinatarios son precisamente los representantes de los partidos políticos.
Consejos de administración
Más allá de la política, otro espacio interesante para medir la presencia y la fuerza de la mujeres es la Universidad. La directora para la Igualdad en la UPV, Jasone Astola, considera un avance que la institución académica haya optado por un equipo de gobierno paritario a pesar de que no lo impone norma alguna. El de Iñaki Goirizelaia es el primero de composición igualitaria en los 30 años de existencia de la institución. Los principios que inspiran el acceso a la función pública han sido tradicionalmente el mérito y la capacidad. La universidad vasca ha añadido recientemente un tercero, la igualdad. «Este principio no es aplicable solamente a hombres y mujeres, sino a la igualdad en general. Ahora, hay que desarrollarlo», señala.
Teresa del Valle, catedrática emérita de Antropología, ha sido una testigo de excepción. Se incorporó a la Facultad de Zorroaga en 1979, un año antes de la creación de la UPV. Participó junto a entusiastas progresistas en el nacimiento de la Facultad de Antropología y en el establecimiento de lo que primero se llamó 'Estudios de la mujer' y ya durante los años noventa se transformó en 'Estudios de genero'. «La crítica feminista es interdisciplinar y las resistencias de ciertos investigadores se deben a la ignorancia, la falta de aprecio, o a que resulta incómoda», asegura esta pensadora. A la pregunta de por qué, Del Valle responde que «proporciona un marco teórico y metodológico para analizar realidades, descubrir desigualdades y proponer cambios».
Las estudiantes son hoy mayoría en las aulas universitarias. Sin embargo, eligen sobre todo las ciencias sociales y jurídicas, las experimentales y las de la salud. Los alumnos, en cambio, se imponen en las enseñanzas técnicas. Astola cree que la universidad no puede intervenir en esa realidad, que se fragua en la familia y durante los estudios primarios y secundarios.
Cuando se incorporan al mundo de la empresa, las emprendedoras pueden topar, según la empresaria María Victoria Cañas, con la incomprensión de las entidades bancarias. «Una mayor presencia de mujeres en sus consejos de administración ayudará a interpretar las necesidades de ese 50% de la ciudadanía», propone. Magdalena Múgica, presidenta de la Asociación Mujer Siglo XXI, asegura que no solamente son minoría en las cúpulas de las empresas: «Sucede igual en otras instancias, entre los trabajadores. Incluso en los sindicatos». El nombramiento de Nuria López de Guereñu como secretaria general de Confebask, la patronal vasca, ha roto algunos esquemas, sobre todo en el ámbito económico, donde están relegadas.
Cañas es propietaria de las bodegas Díez-Caballero. Se metió en el mundo del vino en 1979, el mismo año en que Teresa del Valle se estrenaba como docente en la universidad vasca y se celebraban las primeras municipales tras la dictadura. El mundo de la enología es masculino, pero en los últimos años algunas de las herederas de las viejas firmas se han hecho cargo de su gestión. «Las mujeres aportamos otros valores. Organolépticamente estamos más dotadas, percibimos mejor los olores y sabores, quizá por nuestro adiestramiento en la cocina. Además, mantenemos una mejor relación con clientes y distribuidores», afirma la empresaria. Magdalena Múgica coincide en que las mujeres imponen un nuevo estilo de dirección, más dialogante y empático.
Del Valle mantiene que la cultura define lo biológico, el sexo, con el propósito de establecer categorías de más o menos prestigio. La antropóloga considera que «falta mucho por conseguir. En situaciones de gran desventaja, la inercia no produce cambios a no ser que se establezcan elementos correctores». En opinión de la abogada Juana Aranguren, la igualdad se logra «con medidas legales». A pesar de que aparece recogida en el artículo 14 de la Constitución, aprobada en 1978, es aún hoy un objetivo. Jasone Astola distingue el marco legal y el plano de la realidad: «Ahora estamos en el comienzo real de la igualdad».

7 de agosto de 2010

Campeonato femenino de traineras

Pues eso.
En un txoko de San Sebastián, el váter de ellas estaba señalado con una almeja y el de ellos, con un percebe. Cuánta delicadeza.
Gracias, Y.

31 de mayo de 2010

Más de género y medios


El Ministerio de Igualdad ha llamado a un centenar de "personas expertas en medios de comunicación y género" a una reunión que se ha celebrado hoy, durante todo el día en Madrid.
Me habría gustado que se presentaran ideas más nuevas. Han obtenido la foto. En esta otra se nos ve más de cerca.

Las fotos son de la web del Ministerio.

9 de marzo de 2010

Cinco minutos son demasiados


Cinco minutos son demasiados

La última semana de febrero, la fiscal superior del País Vasco, María Ángeles Montes, compareció en el Parlamento de Vitoria para presentar la memoria de actividades de la Fiscalía correspondiente a 2008. Sí, 2008, no 2009. Es de imaginar que quienes contribuyen a su redacción lo hacen porque consideran que los datos son de relevancia, es más, que sirven para evaluar lo hecho y enmendar lo errado. Pero cuando la evaluación viene con un retraso, no de un año, sino, en sus primeros datos, incluso de dos años, para poco o nada sirve.
Escuche, si es a finales de febrero de 2010 cuando por fin podemos analizar los datos de 2008, desde que el delito, sea cual sea, se produce, hasta que es inventariado, han transcurrido un mínimo de 14 meses. Puede que para el desarrollo de una sociedad democrática 14 meses no sean nada, o sean una minucia, un suspiro. Quizá para la justicia sean mucho menos que un suspiro. En tan raudos datos estadísticos dice la fiscal jefe que se han producido más casos de estafa -4.271- que de «maltrato familiar no habitual» (sic), 4.012. El «maltrato habitual» produjo en aquel tiempo 121 anotaciones en sus registros.
De la interpretación que la fiscal hace de esos datos se colige que, como el número de casos de «maltrato familiar», habitual o no, es menor que los de estafa, la alarma que se genere ante su conocimiento debe ser equivalente a la que producen esos casos de robo o engaño. Y si éstos no provocan alarma alguna, ¿por qué hemos de inquietarnos por los de maltrato?
Según Montes, parece no haber razones para ello. Es más, si se genera alarma es porque los medios amplifican el eco de ese maltrato. 'La culpa es de los medios', parece decir. Y es un viejo tópico culpar al mensajero de las noticias que trae. Se podían esperar explicaciones más elevadas de quien tiene responsabilidades en la justicia y en cómo se administra. Porque el problema ya no es que en 2008 se produjeran más de 4.000 casos de violencia familiar, sino que los medios informan de ello. Los avestruces se han inventado tácticas casi tan inteligentes.
Desde que en diciembre de 2004 se promulgó la Ley Integral contra la Violencia de Género, los medios han prestado una atención irregular a los casos en que una mujer, sea esposa o no, es agredida por ese hombre con quien tiene o ha tenido una relación sentimental. Atienden esos casos y los llevan a sus páginas. No siempre lo hacen con la profesionalidad que debieran, no siempre con el acierto que muestran en el tratamiento de otras noticias, pero el caso es que las políticas de prevención y la información sobre ellas y sobre los casos de maltrato han logrado que el número de mujeres asesinadas, y de maltratadas, descienda hasta niveles en los que nunca antes estuvo.
Y esto es una buena noticia, y si los medios no informaran del maltrato, del habitual y del ocasional, no lo sabríamos. Ese efecto amplificador de los medios que tanto teme Montes es el que nos muestra a mujeres que han salido de la vorágine de maltrato habitual y ocasional.
La sociedad está preparada para saber que robar es un delito, que quien estafa y roba no debe irse de rositas, que le espera su castigo. Todos sabemos que la estafa debe penarse. Sin embargo, hay quienes no saben que maltratar a la mujer a quien dicen amar también tiene un castigo superior a ese remordimiento que sienten cuando la ven dolida, amoratada y sufriendo. Y llorando. Incluso, cuando le ponen los apósitos para que no sufra tanto, y la intentan convencer de que nunca más lo harán.
Es más, por duro que parezca, hay mujeres que no saben que ningún hombre, y mucho menos ése que dice amarlas, está autorizado a golpearlas, humillarlas, extorsionarlas. De modo que pueden solicitar protección frente a ello, y además deben hacerlo. El perdón no es potestad de la víctima, sino del entramado jurídico y legal que la protege. No depende de ella, ni de la presión que él ejerce sobre ella y sus hijos, sino de las leyes que prohíben el maltrato y proscriben a quien lo ejerce. El maltrato es un delito y quien maltrata es culpable, y lo es aunque su víctima lo ignore.
La Fiscalía ha necesitado 14 meses para mostrar al Parlamento los resultados del ejercicio del año 2008. Y 14 meses pueden no ser nada pero, para esa mujer que espera, y entretanto es maltratada, cinco minutos son una eternidad y en 14 meses se producen más de 100.000 oportunidades de sólo cinco minutos.
Publicado en El Correo, 9/3/10.

La ilustración es de José Ibarrola.

11 de enero de 2010

Una mujer de 51 años corre muchos riesgos



Según este enlace de Google, la busqueda literal de "una mujer de 51 años" produce 188.000 resultados y ninguno favorable. Es decir, que estoy viva, entera, libre y razonablemente feliz de milagro. Brindemos por ello.

8 de enero de 2010

Traigo una cita para mondarse de risa

«Los periódicos de Vocento apuestan por la promoción de la mujer, son favorables a ciertas discriminaciones positivas que favorezcan su igualdad real con relación al varón y harán todo lo posible por evitar tanto los tópicos machistas como los deslices del lenguaje que menoscaban el prestigio de las mujeres, aunque sin incurrir en incorrecciones lingüísticas al uso que desfiguran las normas internas del lenguaje».

Libro de Estilo Vocento. Asturias, Trea, 2003, p. 26.

6 de diciembre de 2009

Los únicos datos oficiales de violencia de género son los del Ministerio

El jueves fue un día aciago. Después de una muy larga temporada sin que se produjera el asesinato de una mujer a manos de su pareja, se dieron dos nuevos casos: uno en Almería, otro en Madrid. El País lo recogía en esta noticia. Sus asesinos se suicidaron. Dice el texto que las víctimas en lo que va de año son 53. ¿53?

En enero, el diario informaba de los accidentes mortales del año anterior: '2008 se cierra con 559 muertos menos en la carretera, el mayor descenso de la historia'. La diferencia con respecto de los datos oficiales de la Dirección General de Tráfico es de 1 por debajo. El error es del 0,17%: una vida, una persona, una persona muerta.

La web del Ministrio de Igualdad, que como en el caso anterior es la única que ofrece datos oficiales, cifra en 51 las muertes por violencia de género en lo que va de año. El País recoge en la información citada que son dos más, 53. El error es del 3,92%. ¿De dónde sacan el dato? Si le están enmendando la plana al Ministerio de Igualdad, deberían explicarlo; si consideran que los datos oficiales no son fiables, que digan las razones y expliquen cuál es su método. Y si no es así, que sean rigurosos. Es lo menos que puede exigirse a un diario de referencia, como se denominan a sí mismos.

4 de diciembre de 2009

¿Por qué llaman 'crímenes de honor' a los asesinatos?

"Esta mañana, en al menos dos ocasiones, se ha hablado en esta sala de 'crímenes de honor'. La expresión hace referencia al asesinato de mujeres: 4.000 en los últimos 7 años en este país. Entiéndame, yo soy periodista, busco la precisión. La expresión 'crimen de honor' es un eufemismo, porque si fueran crímenes de honor, también matarían las mujeres, y ellas no lo hacen".
Estas palabras las pronuncié ayer, 3 de diciembre, en el Parlamento turco, en el contexto de una jornada sobre mujer y política.
Hace unos años, en los países castellanohablantes se llamaba 'crimen pasional' a la violencia de género. Quizá por eso inquieta que en un país como Turquía, que ambiciona pertenecer a Europa, la llamen 'crimen de honor'. Es peor: en aquellos países europeos que han recibido a muchos inmigrantes turcos, la expresión se ha extendido incluso para los asesinatos de quienes nada tienen que ver con el islam.