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1 de enero de 2015

Mucho espacio libre en el lavabo



Seguramente, el anuncio se os hace familiar. En Begira, observamos con detenimiento y espíritu crítico los contenidos de los medios. También la publicidad, claro. Pablo Vidal, miembro de la comisión, es experto en publicidad y género. Cuando un anuncio nos produce perplejidad, suele ser él quien aclara las razones y nos dota de argumentos. Hemos hablado mucho de mujeres patologizadas y protagonistas de anuncios dirigidos a los dos sexos. En una ocasión, publiqué en Twitter un anuncio sobre impotencia en cuya imagen aparecía una mujer, como si fuéramos las receptoras de una terapia dirigida solamente a varones.
También hemos hablado de esa estrategia comercial basada en distinguir mediante colores, y otros recursos, los productos dirigidos a niñas y niños o a mujeres y hombres. Esa mochila rosa para ellas y oscura para ellos; esa maquinilla para que ellas se depilen y esa otra para que ellos se afeiten... La rosa mucho más cara, sin duda.
El anuncio de Casillas me gusta porque dice algo muy cierto: que no se necesita tener 204 frascos de cosméticos para sentirse bien, que vale con unos pocos, poquísimos productos bien elegidos, y además que puden ser baratos. Te dejo con un artículo de Alberto Sicilia sobre ellos. Lee aquí.
O sea, que empiezo el año haciendo espacio en el armario del lavabo.


28 de septiembre de 2014

La canastilla de la abuela

Fue el viernes cuando las redes sociales difundieron que Hipercor, de la cadena El Corte Inglés, había puesto a la venta ropas de bebe en colores azul y rosa. En los azules ponía 'Inteligente como papá' y en los rosas, 'Bonita como mamá'. Me deja como así. No sé, imagina que la azul le cae a una niña cuyo papá no es tan inteligente como mamá.
El caso es que los titulares han hablado de lemas machistas. Sin embargo, yo no creo que lo sean. En mi opinión son estereotipados -porque inciden en los anhelos sociales de que la mujer sea bella y el oso, inteligente- y son asimétricos porque da trato distinto a las ropas rosas y azules, destinadas respectivamente a niñas y a niños.
Por seguir imaginando, son ropas nada apropiadas para familias monoparentales. Vaya trauma para la niña o el niño que no conviva o haya perdido a uno de los dos. Si alguna vez lo tuvo. Imagina un niño que tiene dos madres o una niña con dos padres. Dicho de otra forma, que Hipercor parece haber sacado esas ropas de la canastilla de la abuela. O de la del abuelo.
No creo que sean lemas machistas, pero lo que sí sé es que esos mensajes repetidos machaconamente construyen una sociedad nada igualitaria.