1 de diciembre de 2013

A este post puedo ponerle nombres de pila



He tropezado con esta canción de 'Los planetas' en un momento oportuno, porque hoy me llaman la atención algunas cosas que quizá en otro momento me habrían pasado inadvertidas. Las letras de las canciones expresan sentimientos reales, aunque ni el compositor de la letra, ni su intérprete, ni quienes después la corean los haya sentido.
Y los de esta canción son de hacérselos mirar.
Canta: "Empiezan los noticias. Es la hora del telediario y voy cambiando de canal y nadie dice nada. Lo que está claro es que tú me has dejado. Es lo más importante que ha pasado".
Impresionante. No dice "Es lo más importante que ME ha pasado", sino que "ha pasado". Ese egocentrismo tan marcado es marca de muchas casas. Y lo observo a menudo en ciertos hombres, que no pueden dejar de pensar –y comunicar– que son el centro del universo, que la razón de las decisiones, los comentarios, las críticas, los elogios de sus parejas o exparejas tienen su origen en la inmensidad de su ego.
Para acabar, canta "Si lo que quieres es hacerme daño, creo que te estás equivocando". Ay. Quien haya escrito esa letra podría pensar que la razón no es hacerle daño sino, acaso, no sentirlo más. O quizá tomar una decisión a pesar de que hace daño a dos personas: a quien deja y a quien es dejada.
De nuevo, ese egocentrismo, ese sentirse el origen y la razón de todo.
Miro y siento lástima hacia ese personaje. Y lo peor es que puedo ponerle nombres de pila. He dicho nombres. Quizá alguien me lo haya entendido en singular, con su nombre y apellido. Pues eso.

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