30 de mayo de 2011

"Nos peleamos cuando hay fútbol"

María Gorostiza

Consorte de... Antonio Basagoiti, líder del PP vasco

"Nos peleamos cuando hay fútbol"


Bilbao es una parte importante de la biografía y la personalidad de María Gorostiza, esposa de Antonio Basagoiti, presidente del PP vasco. Es la ciudad en que nació, en 1970, donde se licenció en Informática, donde vive… En el salón de su casa hay un cuadro original: «Un día le comenté a Antonio que iba a coger una baldosa de acera de unas obras. Unos días después, me la trajo enmarcada. Me hizo mucha ilusión».
– ¿Cómo se conocieron?
– En una fiesta de Nuevas Generaciones del PP.
– ¿Usted también militaba?
– Sí, iba de apoderada a las mesas. En las elecciones en que salió concejal en 1995, él estaba en una mesa y yo en otra. No llegué a verlo, pero sí mis hermanas. Cuando al día siguiente salió en los periódicos, me lo dijeron y que era muy guapo. Miré la foto y no me pareció que fuera para tanto.
– ¿Y después?
– Coincidimos en la fiesta. No sé cómo empezamos a hablar. Estuvimos bailando, nos dimos los teléfonos y así empezó.
– ¿Qué impresión le causó?
– Me pareció simpático. Fue inesperado y muy rápido porque al de un año nos casamos, y 10 meses después nació la niña mayor. Ya va al colegio, al modelo B.
– ¿Tienen más?
– Son tres niñas, de 13, 8 y dos años y medio.
– ¿Qué hay de ese tópico de que la gente de derechas tiene más hijos?
– No tiene que ver con ser de derechas. Muchos tienen dos y algunos tres. Otros no pueden tener más, por desgracia.
– ¿Ha trabajado?
– Sí. Cogí la excedencia cuando nació la pequeña.
– ¿Le gusta ejercer de mamá?
– He tenido hijos para estar con ellos y me gusta. Para mí es importante que uno de los padres esté en casa.
– ¿Qué imagen pública tiene su marido?
– Buena porque es claro, se le entiende muy bien… A veces dice tacos y no me gusta. Cuando detuvieron a la cúpula de ETA, dijo que era una noticia cojonuda. No me gusta, no queda bien.
– ¿Ha mejorado su imagen desde que, hace dos años, apoyó a Patxi López como lehendakari?
– Sí, porque la gente ha visto que está por sus ideas, por convicciones políticas. Es el primer caso de alguien que apoya a un Gobierno sin ocupar un cargo en él.
– Es hijo del presidente de Banesto. ¿Su familia entiende que se dedique a algo tan ingrato como la política?
– Yo sí porque comparto sus mismas ideas. Es duro y se pasan muchos malos ratos; pero quizá se pueda conseguir que, en el futuro, nuestras hijas vivan en el País Vasco en libertad. Sería bonito, dentro de unos años, saber que has trabajado para conseguir eso. Desde Madrid se entiende peor que quiera vivir así.
– Así es con escoltas y fuertes medidas de seguridad...
– Claro. Si no los tuviera, la vida sería distinta, sería como la de una persona normal.
Menos miedo
– ¿No cree que en el País Vasco se entiende peor que en otros lugares de España que alguien sea del PP?
– Sí. Nos pasó una vez. Estábamos hablando con unas señoras y, cuando nos vieron la credencial del PP, se sorprendieron: ‘Ay, qué pena esas chicas con los simpáticas que son y del PP’, dijeron. ¿Qué pasa, que en el PP no puede haber personas simpáticas o qué?
– Habrá quien oculte su militancia.
– Ahora se atreven más.
– ¿Qué opinión le merece?
– Así de repente, me da como asco, pero no por la persona sino por la situación. Ahora se está perdiendo el miedo. Desde que gobierna el PSE no se nos ve cómo bichos raros.
– ¿Cómo lleva lo de la escolta?
– Ya son años. Cuando éramos novios no tenía y andábamos en moto, pero mis hijas no han vivido otra cosa. Te acostumbras, pero es un rollo.
– ¿Supedita sus decisiones a la carrera de su marido?
– Sí, pero no me pesa porque creo en lo mismo que él. Bueno, no me pesa porque estamos aquí, pero si tuviéramos que vivir fuera… A mí me gusta vivir en Bilbao.
– Cuándo lo conoció, ¿imaginó el porvenir?
– No, era concejal del Ayuntamiento.
– A veces, sucede que determinadas personas no alcanzarían algunas metas si sus parejas no fueran también ambiciosas. ¿Encaja en usted?
– No solemos hablar mucho de política.
– ¿Cómo lo ve más, de ministro o de lehendakari?
– De lehendakari…, pero me habría gustado más de alcalde de Bilbao.
– ¿Qué les gusta hacer juntos?
– Andar en moto. Hicimos una escapada en moto hasta Galicia, a un congreso del PP.
– ¿Y la escolta?
– Detrás, en coche. Muy romántico.
– ¿Qué echa de menos?
– No me gusta, o preferiría, que no le pararan por la calle.
– ¿Quién cocina?
– Si está en casa, él porque le relaja mucho. Se le da bien, sobre todo la merluza en salsa…
– ¿Se pelean por algo?
– Cuando hay fútbol, porque él y Begoña, la de 8 años, son muy futboleros y nos obligan a verlo en familia. Los fines de semana nos gusta cenar solos y ver películas del videoclub.
– ¿Qué cine les gusta?
– A él, el español. Quiere ver la última de ‘Torrente’, y yo no.
– ¿Pero van a salas comerciales?
– Muy poco. La última vez fue en Valencia.
– ¿Cómo han llevado la campaña electoral?
– Nos hemos visto poco porque tenía que viajar mucho, aunque dentro del País Vasco. Se planteó visitar cada día las tres provincias, o al menos dos.
– ¿Qué decían sus hijas?
– Asumen que, cuando no está en casa, es por trabajo.
– ¿Ha merecido la pena?
– Se han mantenido. Si los resultados no hubieran sido buenos, como en el caso del PSOE, si habría pensado que quizá no merece la pena tanto esfuerzo.
– ¿Le acompañará a ver la ultima de ‘Torrente’?
– Sí, la alquilaremos para verla juntos.
Publicado en El Correo, 29/05/2011.
La foto es de Luis Ángel Gómez.

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