18 de diciembre de 2012

Sin periodistas, esto es Jauja

La noticia la recogía ayer PRtelevisión: TVE, RNE y EFE compartirán un único corresponsal en cada territorio.
Es decir, la información que recibamos de TVE, RNE y de todos los medios de comunicación que no tienen corresponsales en el extranjero, que son muchos y pequeños, será la misma. La impresión que tendremos es la que se tiene frente a un espejo roto, que reproduce la misma imagen en cada uno de sus fragmentos.
La idea que los directivos de TVE española "han trasladado a su plantilla" es que "no tiene sentido tener un corresponsal de EFE, otro de TVE y otro de RNE en el mismo lugar". ¡No va a tenerlo! Tiene todo el sentido porque tres corresponsales distintos no solamente hacen la información distinta sino que seleccionan distintos aspectos de interés informativo. También tiene sentido, claro, tener un solo corresponsal. Tiene el sentido de que la información se uniformiza, como en el viejo parte. Los más jóvenes no sabrán que durante la dictadura de Franco todas las emisoras de radio tenían la obligación de conectar con el parte, que se emitía cada hora por la Nacional. A las 12 de mediodía además, sonaba el ángelus en todas ellas. No había forma de zafarse.
Una sociedad que no gasta dinero en informarse es una sociedad desinformada. En un contexto de dictadura económica como el que vivimos, la desinformación favorece a quienes toman medidas regresivas y fatales para la ciudadanía. Porque podrán seguir haciéndolo sin que nos enteremos.
En España, se está procediendo al desmantelamiento deliberado de los medios de comunicación. En lo que va de crisis, han desaparecido 200. Se dice pronto. Dos centenares de medios y 7.000 periodistas. Es Jauja para quienes manejan la economía. Es más, es parte de la estrategia. Quieren volver al medievo y quieren que no nos demos cuenta del viaje en el tiempo.
Los periodistas, esos personajes insidiosos que están todo el tiempo haciendo preguntas, les estorbamos. Eso sí, necesitan tener unos pocos, mal pagados, amenazados con el despido, con poco tiempo para trabajar, porque si no, ¿quién iba a difundir su mensaje?
Ayer tuiteé que el siguiente paso será que nos informen los embajadores españoles. Hoy no tengo humor para sarcasmos.
La sociedad española no exige calidad a los medios de comunicación y a sus profesionales. Si fuera una sociedad exigente, sabría que la buena información es cara y hay que pagarla. Cuando no se exige calidad, se recibe basura.

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