15 de octubre de 2010

Testosterona de más


Esta semana pasada se produjeron incidentes en algunas escuelas alemanas de enseñanza media. La preocupación surgía porque adolescentes de distintos orígenes se habían dirigido a sus compañeros alemanes con insultos como 'nazi de mierda' y lindezas del tipo.

Lo está contando la corresponsal en Alemania de una radio y justifica que en unas aulas a rebosar de testosterona es fácil que salte la chispa. Ya está hecho. Como son jóvenes, les sobra testosterona y eso justifica la violencia.
Si seguimos pensando que la violencia masculina tiene su origen en la testosterona, esto es, en una cuestión biológica, tendremos que resignarnos a que no tiene solución. Solo si pensamos que es una cuestión cultural y de formación, podremos atajarla.

2 comentarios:

June Fernández dijo...

Pero esto es interesante, Lucía, porque seguro que al contar la noticia se ha destacado sus orígenes pero no el que fueran hombres. Otro ejemplo: ante los incidentes supuestamente provocados por jóvenes magrebíes en el barrio de San Francisco, se destaca que son magrebíes; no que son jóvenes (se aburren como ostras y la lían) u hombres. El ayuntamiento de turno destaca el porcentaje de detenidos por la policía que son extranjeros, pero no da el dato verdaderamente abrumador: que más del 90% de las personas que son detenidas y encarceladas son hombres. Pues eso, difícil atajar nada si no nos fijamos en los elementos que explican el problema.

momodice dijo...

En este caso es muy importante saber el origen, porque si fueran originarios de Karlsruhe o de Baden Baden (por citar dos ciudades alemanas que conozco) no se trataría como un conflicto interétnico. Y eso es más importante que el sexo. Aunque mira, qué casualidad, los implicados eran de sexo masculino. Si no, ¿qué pintaba las testosterona? La información del sexo estaba dada, pero de soslayo.