15 de agosto de 2015

Sobre ciertas heroicidades

Agosto de 2008, Majadahonda. Jesús Neira salió en defensa de una Violeta Santander a la que estaba maltratando su pareja, Antonio  Puerta. Tras meses en el hospital, fue presidente del Consejo Asesor del Observatorio contra la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid, a propuesta de Esperanza Agirre.
Mayo de 2009, Irún. Juan Pablo Urtizberea recibió dos puñaladas cuando intentó impedir que Edward San Clemente asesinara a su exmujer, Yasmín Rodríguez. El ayuntamiento de Irún le concedió una medalla por su acto.
Julio de 2011, Hernani. Chaib Azuzi, marroquí, salio en defensa de Charo Román y su hija, a las que Freddy Apolo, ex de la madre, atacó. Charo murió, Yolanda fue ingresada en el hospital. Chaib, incluso salió en persecución del asesino. Puesto que la ley reconoce la posibilidad de conceder el permiso de residencia por arraigo o por circunstancias excepcionales, la Subdelegación del Gobierno en Gipuzkoa a pensó la posibilidad de premiar su acto normalizando su situación. En agosto de aquel año la misma subdelegación le impuso una sanción de 501 euros por estar en situación irregular en el país.
Agosto de 2015, Getxo. Un ciudadano impide una agresión sexista a una joven en las fiestas del Puerto Viejo. El Ayuntamiento elogia la actuación del ciudadano

Pues bien, es de agradecer que Neira, Azuzi, Urtizberea y ese ciudadano salgan en ayuda de alguien cuando ven que necesita ayuda. Y ya ves los resultados tan distintos de una misma actitud. Pero también es verdad que darse la vuelta, quedarse impasible o hacer como que nada se ha visto es un delito, el de omisión del deber de socorro, que es el que comete la persona que no ayuda a otra que se encuentra desamparada y en peligro manifiesto y grave. La línea es que lo debe hacer sin riesgo ni para sí misma ni para terceras.

No son héroes.

Agosto de 2015, Cuenca. Laura del Hoyo acompaña a su amiga Marina Okarynska a recoger unas cosas de la casa de su ex, Sergio Morate. Ambas aparecen asesinadas.

En esta sociedad hay miles de personas que a diario ven los resultados del maltrato y no hacen nada. Para comprobarlo, mira hacia las administraciones de tu entorno.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Quiénes no son héroes? No lo entiendo.

Lucía dijo...

Relee.

Anónimo dijo...

Te ruego que no publiques este comentario, porque no pretendo polemizar, y puede que el que esté mentalmente trabado sea yo, pero no entiendo qué pretendes decir.

Dejando a un lado a Murphy y la mención a Neira, no sé si quieres decir que todo el mundo debería someterse a puñaladas, lesiones que provocan comas de varios meses de duración o sanciones administrativas que pueden comportar incluso la expulsión del país, por defender a semejantes a los que no conocen (y que, al menos en el caso de Neyra, acaban echándote en cara lo que has hecho), o si lo que pretendes es decir que una acción heroica no convierte en héroe a su autor, o que no por haber realizado una acción heroica una vez todo lo que hagas posteriormente en la vida será justo y admirable.

En cualquier caso, negar, o escatimar, el mérito de esas acciones (cuyos autores resultaron heridos o seriamente perjudicados por asistir a semejantes en peligro) te hace aparecer como cicatera y devalúa el mensaje que pretendes transmitir (sea cual sea, que vuelvo a decir, que por muchas relecturas que haga, no tengo claro).

Vuelvo a rogarte que no publiques este comentario (y que no te lo tomes como un ataque personal o un arrebato de autoritis, porque realmente me gusta cómo sueles escribir); simplemente, no creo que esta entrada sea constructiva (como, lamentablemente, no lo serán los artículos y demás comentarios que se producirán ahora, tras la muerte de Neyra).

Lo creas o no, me gusta leerte, y no he pretendido molestarte con mi comentario de esta mañana.

momodice dijo...

Plantear la ayuda y la defensa del débil como una acción heroica tiene el inconveniente de que las personas que no tengan una imagen heroica de sí mismas se inhiban. Ayudar no es una hazaña, sino un acto cotidiano en nuestras vidas aunque el hecho de que la ayuda sea a una persona que está sufriendo una grave agresión no lo sea tanto. No se debe plantear la defensa de una persona que está siendo objeto de una agresión como heroica porque la mayor parte de las veces no hay heroicidad alguna en recriminar a alguien por el hecho de que se esté pasando con una chica visiblemente borracha. No hay necesidad de mitificar las cosas. Tampoco hay cicatería alguna en mis palabras; si acaso, hay exageración en la boca de quien trata como un héroe a quien ha recriminado a un hombre que abusa de una mujer.

No entiendo por qué no firmas porque si lo hicieras podrías tú mismo borrar el comentario. Tampoco entiendo que me pidas que lo haga, ni que manifiestes que no quieres polemizar (como si fuera malo), ni que te veas en la necesidad de elogiarme, como si esa medicina me fuera necesaria para aceptar una crítica. Tampoco entiendo de dónde sacas que me has molestado.


Anónimo dijo...

No firmo porque prefiero el anonimato, en la medida en que el dueño del blog respectivo permita comentarios anónimos.
Decía que no se publicase, porque antiguamente antes de su publicación los comentarios tenían que ser moderados.
Interpreté que te molestaba, porque pensé que el "relee" era un tanto impertinente. Será que soy susceptible.
Realmente me gusta como escribes, aunque sigo pensando que en esta entrada no estás acertada. Me parece que negar la excepcionalidad de las acciones de alguien que paga con dos navajazos, o con un periodo en coma, la intervención en ayuda de sus semejantes desincentiva más esas ayudas que reconocer que esos ejemplos son cercanos al heroísmo, y recordar, si acaso, que en la mayoría de las ocasiones no se llega a esos extremos.
En cualquier caso, creo que ahora ya entiendo lo que antes no entendía.