La Universidad Internacional Menéndez Pelayo ha "cancelado" la Escuela de Periodismo 'Juantxu Rodríguez'. El curso programado para este verano trataba sobre humor en los medios. Este es el programa que se ha frustrado con la cancelación. Todos los invitados habían comprometido su participación:
El humor en los medios y los medios del humor
Lunes
1 Resultado de una investigación universitaria sobre el humor y el cerebro
2 Patrick Zabalbeascoa, profesor de la Universidad Pompeu Fabra
Martes
3
Laura Santolaya, viñetista de Huffinghton Post
4
Manel Fontdevila, viñetista de eldiario.es
Miércoles
5
José A. Pérez, de Mi mesa Cojea
6
Javier Gallego, de Carne Cruda
Jueves
7 Miembros de la Alta Conducción de Revista Mongolia
8
Mayte Quílez, de El jueves
Viernes
9
Toño Fraguas, hijo de Forges, y Forges celebran el cincuentenario de la publicación de su primera viñeta.
Si te gusta y quieres que se celebre, escríbeme (lucia.martinez(arroba)ehu.es), porque los contactos están hechos y a tu disposición. Se puede meter todo en dos días y morirse de la risa, claro.
Por otra parte, es sorprendente que la hayan "cancelado" y quiero mostrar aquí algo más que mi extrañeza. Cuando la UIMP creó la Escuela en 2011, lo hizo para dar estabilidad a unos cursos que venían celebrándose con éxito y satisfacción para los asistentes, los ponentes y las autoridades académicas. Esa es la característica de las escuelas en la UIMP: la estabilidad. El equipo de Gobierno que lidera César Nombela la ha "cancelado". Debería haber sospechado algo cuando el año pasado el vicerrector que acudió a la clausura del curso no dijo nada sobre periodismo, ni mencionó siquiera el nombre de la Escuela. Hizo publicidad sobre cursos de idiomas. Pura elegancia. Incluso cuando a Carmen del Riego (presidenta de la APM), Elsa González (presidenta de la FAPE) y a mí (directora de la Escuela), nos recibió el propio rector y estaba más interesado en hablar de sí mismo que en preguntarnos por el estado de la profesión.
Este mes de marzo, como durante los últimos 5 años, me llegó el resultado sobre la encuesta de satisfacción de quienes se matricularon en el curso: como siempre, elevamos las medias
del resto de las propuestas. Y eso no es interpretable salvo en el sentido de que quienes acudieron estuvieron satisfechos. También les ha dado lo mismo. La han cancelado.
Probablemente, este post, si les llega, no guste nada al equipo rectoral de la UIMP. Las organizaciones no están exentas de la crítica. Los periodistas sabemos que la publicación de ciertas informaciones puede producir enojo en algunas instancias. No debe preocuparnos si lo que escribimos es cierto y resulta útil para entender lo que sucede. Y todo esto lo es. Por éstas.
Es triste, pero...
Por otra parte, es sorprendente que la hayan "cancelado" y quiero mostrar aquí algo más que mi extrañeza. Cuando la UIMP creó la Escuela en 2011, lo hizo para dar estabilidad a unos cursos que venían celebrándose con éxito y satisfacción para los asistentes, los ponentes y las autoridades académicas. Esa es la característica de las escuelas en la UIMP: la estabilidad. El equipo de Gobierno que lidera César Nombela la ha "cancelado". Debería haber sospechado algo cuando el año pasado el vicerrector que acudió a la clausura del curso no dijo nada sobre periodismo, ni mencionó siquiera el nombre de la Escuela. Hizo publicidad sobre cursos de idiomas. Pura elegancia. Incluso cuando a Carmen del Riego (presidenta de la APM), Elsa González (presidenta de la FAPE) y a mí (directora de la Escuela), nos recibió el propio rector y estaba más interesado en hablar de sí mismo que en preguntarnos por el estado de la profesión.
Este mes de marzo, como durante los últimos 5 años, me llegó el resultado sobre la encuesta de satisfacción de quienes se matricularon en el curso: como siempre, elevamos las medias
del resto de las propuestas. Y eso no es interpretable salvo en el sentido de que quienes acudieron estuvieron satisfechos. También les ha dado lo mismo. La han cancelado.
Probablemente, este post, si les llega, no guste nada al equipo rectoral de la UIMP. Las organizaciones no están exentas de la crítica. Los periodistas sabemos que la publicación de ciertas informaciones puede producir enojo en algunas instancias. No debe preocuparnos si lo que escribimos es cierto y resulta útil para entender lo que sucede. Y todo esto lo es. Por éstas.
Es triste, pero...
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5 comentarios:
La idea es magnífica. El resto, tristísimo. ¿A qué puede deberse la cancelación? Ánimo, Lucía, un gran curro, como siempre.
En conversación telefónica me dijeron que se cancelaba la Escuela, pero que abrirían otras nuevas. Por email, esto: "Como te adelanté por teléfono, te confirmo que para este verano de 2014 no se hará la Escuela de Periodismo. Aunque tu propuesta de periodismo de humor era muy buena y fue bien valorada, la gran cantidad de propuestas que hemos recibido para este año, la floja asistencia a la Escuela en 2013 y otras circunstancias presupuestarias y logísticas han llevado al Consejo de Gobierno ha decidir la cancelación para 2014. Después del verano retomaremos el contacto para evaluar la posibilidad de hacerla en 2015.
Siguiendo tu sugerencia, escribiré a la familia de Juanxu Rodríguez para informarle de esta decisión".
No he añadido ni quitado ni una hache, ni una t.
Estos son hechos. Algunos de los invitados, no menos de tres, me contestaron que si el cierre se debía a su presencia, abandonaban inmediatamente y, además, lo hacían en silencio. Están acostumbrados a que alguien quiera taparles la boca.
Hablar de floja asistencia es interpretar. La foto que fue portada de un suplemento sobre las escuelas de la UIMP en El Diario Montañés (y para lo cual eligieron a nuestro grupo) no indica precisamente "floja asistencia".
Y quienes estuvisteis en el curso 2013 lo sabéis.
Todo muy triste y un atentado al espíritu de la UIMP, usurpado por unos personajes totalitarios e inquisidores. El peor, el rector Nombela, un tipo gris que solo habla de religión (católica apostólica, por supuesto). Pero como tampoco los medios hablan mál de él porque si no les quita la publicidad, pues pasa lo que pasa. Muy triste.
El poder soporta mal los embates del humor, porque pueden ser muy intensos y profundos y a la vez alcanzar gran extensión. Se diría que a los responsables de la cancelación les hacía muy poca gracia el estupendo programa que habías preparado. La universidad debe ser un espacio de debate y crítica, elevado sobre las coyunturas políticas. Pero es, en cambio, un espacio expuesto a la censura y entregado a los vientos del poder. Ese curso no ha sido cancelado, evidentemente ha sido censurado. Qué rabia.
Yo más que rabia sentí estupor. Y un poco de miedo, ese miedo que provoca quien no ríe y desprecia la risa.
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