La imagen de la izquierda pertenece a un reportaje publicado en XL Semanal sobre el juicio a Pistorius. Por si alguien no tiene datos para entender, Pistorius es un importante atleta discapacitado. El 14 de febrero de 2013, disparó contra su novia (que estaba encerrada en el váter) y la mató. Él dice que no sabía contra quién disparaba. Los vecinos aseguran que se oyó a la pareja gritar de madrugada durante una hora. Los gritos acabaron con el primer tiro.
Es lo que tiene la violencia machista, sobre todo cuando se usa un arma: es muy efectiva. Un hombre quiere que su novia o esposa se calle o no haga algo, le pega un tiro, y ya está. Por eso lo hacen, por eso maltratan, porque les da resultado -consiguen el sometimiento de las mujeres- y por eso, cuando deja de ser efectivo, intensifican el maltrato y, cuando ellas se van o anuncian que lo harán, las matan. Antes han intentado otras cosas: "¿Adónde vas a ir tú, muerta de hambre?". Pero la muerta de hambre hace un curso de peluquería, se pone a trabajar, se ríe de lo lindo mientras peina a las señoras, todas quieren que ella les haga la manicura, porque se da mucha maña, alquila un pisito y anuncia que se va con los chiquillos. Ese momento de empoderamiento es el más peligroso. Para ella, porque él se siente abandonado y le sale la fiera que lleva dentro.
Volvamos a Pistorius. He de reconocer que cuando comienzo a leer cualquier texto periodístico sobre violencia machista siempre lo hago con muchas prevenciones: las posibilidades de que el redactor (en el caso que nos ocupa, Carlos Manuel Sánchez) acabe incurriendo en cualquiera de los muchos problemas que suelen darse en estas informaciones son elevadísimas. Salvo que quien firme la información sea una persona que ha reflexionado, se ha formado, se ha dejado enseñar y ha aprendido de género y de sus violencias. Y esto, créeme, no suele ser lo habitual. Ningún medio pondría a hacer información de fútbol a una persona sin formación, pero cualquiera se cree capacitado para escribir bien sobre violencia machista. Así van las cosas.
Volvamos a Pistorius. Me leo la información casi plácidamente hasta que llego al final. Despiece 'Los personajes del juicio': La jueza. Y se lee lo del recuadro en rojo.
Un pero siempre aparece en una oración adversativa, es decir, en una oración compuesta por dos oraciones que se oponen o contradicen. Es decir que la presunción de que la jueza sea justa se opone al hecho de que está muy sensibilizada contra la violencia de género. ¿De dónde saca el redactor la idea de que la sensibilización en una materia se opone a la idea de justicia? ¿Cree acaso que quienes hemos desarrollado una gran sensibilidad hacia los derechos humanos vamos, en nuestros juicios, a defender posturas que se opongan a ellos? ¿Cree acaso que los jueces que no tienen sensibilidad en materia de violencia de género son más justos a la hora de juzgar a un hombre que ha asesinado a su novia?
La información completa, aquí.
Hace 7 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario