Melchor Sáiz-Pardo contaba esto ayer en los diarios del Grupo Vocento:
Si la filtró la Casa Real, quizá también la redactó la Casa Real. ¿Por qué no la leyó directamente el rey? Ah, es verdad, que queda muy feo que un rey o su hija se dejen ver en los juzgados."Las cuatro horas de interrogatorios comenzaron con una operación muy medida. Urdangarin, antes de contestar a nadie, leyó una breve pero contundente manifestación. «Quiero declarar que, como consecuencia de la entrega y difusión de determinados correos y documentación presuntamente relacionados con este procedimiento, se ha producido en las últimas semanas un desplazamiento del foco de esta instrucción, de los hechos propiamente dichos, hacia un proceso público al pretendido papel de la Casa Real en los mismos», leyó remarcando sus palabras. «A este respecto, declaro que la Casa de Su Majestad el Rey no opinó, asesoró, autorizó o avaló las actividades que yo desarrollaba en el Instituto Noós», apostilló.Las palabras textuales del duque fueron repicadas punto por punto por la agencia Efe casi al mismo tiempo que las pronunciaba el imputado, cuando era técnicamente imposible (por los inhibidores) que nadie en el interior de la sala pudiera haber filtrado a la prensa en tiempo real mensaje alguno. Y menos en su perfecta textualidad. El golpe de efecto de paternidad ignota (la Casa Real negó haber filtrado el discurso de Urdangarin a la agencia estatal) tuvo su efecto. Pero por poco tiempo".
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