El caso es que los ertzainas le quitaron las llaves del coche, las de su domicilio y subieron a su casa. Allí estaba su esposa, Ainhoa Bilbao, con los dos hijos, de corta edad. Los ertzainas los mantuvieron separados para evitar que se transmitieran información. Les dejaron hacer una llamada a cada uno.
¿A quién llamó él y a quién ella? Date un tiempo antes de seguir leyendo.
"De Miguel contactó con su abogado y su pareja llamó a un familiar para que viniera a por sus dos hijos (de corta edad). Mientras llegaba y para evitar que el arresto afectara a los pequeños, el ex diputado aún dio de desayunar a sus hijos después de que fueran levantados de la cama por su madre".
Nada dice la información de si se comunicaron para repartirse las llamadas. Él miró por sus asuntos; ella, por la familia.
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