Margari Esnal, consorte de... José Luis Korta, entrenador de remo
"Nunca ha estado ded baja"
En la casa de José Luis Korta, remero y entrenador de remeros -toda una institución en Kaiku-, hay un espacio para los trofeos. Su esposa, Margari Esnal (Orio, 1952), cree que habrá pocos deportistas en España que hayan cosechado tantos premios y que tengan una vida deportiva tan dilatada. En su vivienda solo están los que ha ganado en individuales. Los colectivos quedan en los clubes por los que ha pasado.
- ¿Cómo le llama usted a Korta?
- Por su nombre, José Luis.
- ¿Y cuando se enfadan?
- Igual, pero en otro tono.
- ¿Cómo se conocieron?
- ¡Buf...! De toda la vida... Los dos somos de Orio. Tendría unos 16 años, nos conocimos y empezamos a salir.
- ¿Cómo fue?
- Ya se me ha olvidado. Son muchos años. Nos casamos en 1972.
- ¡Qué jovencitos!
- Pero llevábamos ya mucho, algo más de cuatro años. Mi marido dice que nos conocimos cuando aún no había hecho la comunión. La hacíamos con 11 años.
- ¿En Orio?, ¿con 11?
- Hacíamos dos comuniones y sería en la segunda; en la solemne, que se decía. Nos casamos y al año nació la mayor, Idoia, y después, Kristina y Alex.
- ¿Dónde vivían?
- Al principio, en Orio. Al nacer la segunda nos mudamos a Portugalete. Ahora vivimos en Castro.
- Entonces, lo suyo fue casarse y dedicarse a la familia.
- Nunca he trabajado nada. No he pegado sello. Hasta el nieto me dice que quiere ser como amona, que no trabaja.
- ¿Y él?
- Cuando nos conocimos estaba de marinero, en la mar, en la pesca de bajura. Era una semana fuera, con la anchoa, y volvía. Eso duró un año. Luego ya empezó en Gurelesa.
- ¿Cuándo empezó a remar?
- Con 18, antes de casarnos.
- Los inviernos a la intemperie son duros.
- Nunca le he oído quejarse de eso. El remo se le ha dado bien, pero le gusta todo el deporte: ciclismo, tenis, la caza&hellip Hacía de todo. Con 23 años empezó a entrenar a otra gente y dejó Gurelesa para ir a la trainera de Kaiku y dedicarse al remo, para entrenar y entrenarse.
- ¿Qué era en Gurelesa?
- Jefe de ventas.
- ¿Y a usted no le pareció una aventura?
- Siempre le he apoyado. Yo siempre le he visto tan seguro de sacar adelante a la familia, siempre lo he tenido claro... Si hubiera tenido que volver a la mar, lo habría hecho.
- ¿Cómo es en casa?
- Es muy niñero. Y lo sigue siendo con los nietos. Era muy de acompañarles al colegio. Eso sí, los fines de semana íbamos todos adonde bogaba. Seguimos yendo a las regatas. Cuando remaba en banco móvil, íbamos a Bañolas. Hemos viajado por toda Europa. En 1980 estuvo en Moscú, en las Olimpiadas. Volvió con un diploma.
- ¿No lo acompañó?
- No, por los niños. No había guarderías.
- ¿Dónde conservan ese diploma?, ¿enmarcado?
- No, es como las fotos de boda, están guardadas.
- ¿Y el resto de los trofeos?
- Sí hay, hay algunos&hellip Cientos, cientos&hellip en vitrinas.
Idoia, la hija mayor, está presente en la conversación: «Esto no te dirá ella, te digo yo. Todos los veranos, cuando íbamos a Orio, el primer trabajo era sacar brillo a la plata de los trofeos».
- Y de todos ellos, ¿cuál es el que más ilusión le ha hecho?
- Son 40 años. Seguro que en su momento hubo alguno, pero ahora&hellip Son tantos... A mí me gustaban los de banco móvil. Él era tan feliz de hacer aquello&hellip
- ¿Cuándo ha traído el último trofeo?
- Las medallas del Campeonato de España de traineras, el 6 y 7 de agosto.
- ¿De dónde saca la fuerza?
- Eso mismo me pregunto yo. Tiene mucha ilusión, se ilusiona enseguida, con cualquier cosa.
- También se necesita tenacidad.
- Los años no pasan en balde. Ya tiene 62 años. Y no es lo mismo que cuando tenía 30. Pero siempre ha sido igual. Sale a dar una vuelta en bici y vuelve ocho horas después, se va de caza y viene con el perro al hombro porque no le ha podido seguir.
- ¿Fuma?, ¿bebe?
- Nunca.
- ¿No le ha visto nunca con un cigarro?
- Una vez, en una foto, con un puro en una cena. Le gusta el champán. Y ahora ya toma un poco más, pero antes era en Navidades, cumpleaños y punto.
- ¿Intentó meter el gusanillo del remo a sus hijos?
- No ha querido que remen porque es muy duro.
- ¿Por qué no ha querido para sus hijos lo que él ha hecho?
- Siempre les ha dicho que hagan deporte, pero no necesariamente remo. Alex, el tercero, empezó, pero luego con los estudios lo dejó y ahora es más de surf. A José Luis no le hace gracia que Kristina, la segunda, siga remando. Es muy duro.
«Es muy transparente»
- ¿Tiene alguna otra afición?
- El cine. No vamos mucho, pero sí vemos.
- ¿Y la cocina?
- Le gusta comer, pero poca verdura. Suele decir 'A ver si alguien ha visto un grillo de cien kilos'. Alguna vez hemos competido por ver quién hace mejor la tortilla de patata.
- ¿Quién la hace mejor?
- Hace buena, ¿eh?. Y sé que hace sus pinitos cuando va con la tele a la Patagonia o cuando está de caza con los amigos. Pero en casa, no. Prefiere abrir una lata de bonito.
- Cuando está lesionado o enfermo, ¿cómo es?
- Yo creo que no se ha lesionado nunca. Una vez estuvo, cuando se metió un clavo en el pie en Castro.
- ¿No ha tenido lesiones?
- De baja, yo creo que nunca ha estado. Nunca ha hecho los papeles, al menos. Cuando le operaron de los dientes, con toda la anestesia y el dolor, se fue a entrenar.
- ¿Cómo es él?
- Es divertido. Es muy transparente, no oculta los sentimientos.
- ¿Y cuando se enfada?
- Es como el champán: fis, fis fis, y ya está.
- ¿No es rencoroso?
- No. Luego, en la tele, tiene aspecto de ser un ogro porque solo sacan lo polémico...
- ¿El dopaje es trampa?
- Sí.
- ¿Korta hace trampa?
- Nunca.
Publicado en El Correo, 18/09/2011.
La foto es de Mireya López.
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